Es notoria la poca participación de los jóvenes en las agrupaciones o partidos políticos, y esto se debe a diversos factores, de los cuales vamos a exponer, los que a nuestro juicio, son más relevantes:
1.- Los líderes políticos no han llenado las expectativas.
Dentro de un segmento de la juventud, existe un criterio que tiende a considerar la concepción de un mundo perfecto, ordenado, ideal; en donde todas las cosas ocupen un lugar adecuado, entendiendo por tanto que este orden debe ser ofrecido y mantenido por los lideres políticos o los partidos políticos o los partidos políticos a los que pertenecen.
2.- Decepción por las promesas incumplidas y por la corrupción.
En la mayoría de los partidos políticos existe una tendencia hacia la demagogia, donde algunos líderes con el propósito de captar una masiva votación, hacen promesas que luego no pueden cumplir, a sabiendas de que efectivamente no pueden cumplirse. Y otros, que una vez han alcanzado el poder, asumen un comportamiento corrupto, que no se corresponde con los principios que han sido enarbolados en su campaña y que decepcionan a sus seguidores.
3.- No hay respeto a la decisión de la población.
Es muy triste advertir el fenómeno que se ha producido en los últimos años, sobre todo en países en América Latina, en donde el resultado de la voluntad popular no ha sido respetado, en donde los procesos electorales han sido violados como consecuencia de la existencia de partidos políticos que quieren alcanzar o mantener el poder, aprovechando la vulnerabilidad que ofrece un sistema democrático frágil, con debilidades en su legislación e instituciones electorales.
4.- Falta de institucionalidad.
Como consecuencia del irrespeto a la voluntad popular, se manifiesta una tendencia hacia la falta de institucionalidad o al debilitamiento de las instituciones públicas, ya que con la existencia de las mismas es como se garantiza un orden democrático. Este es un fenómeno que se ha manifestado en algunos países de América Latina, que durante las décadas de los años 50 y 60 fueron afectados por regimenes totalitarios o hegemónicos, que centralizaban el ejercicio del poder en la figura del Jefe del Estado, desdeñando la tradicional teoría tripartita de la separación de los poderes del Estado, sustentada por Montesquieu, fundamento jurídico y constitucional de la existencia del Estado.
5.- Falta de visión política debido a la falta de educación política.
Debido a la escasez de medios, métodos y programas de enseñanza política, o a la debilidad de éstos en caso de que existan, lo jóvenes reciben muy poca o ninguna educación política.
Los jóvenes demandan de los partidos políticos o de las instituciones públicas, un sistema de enseñanza-aprendizaje que los prepare para una participación integra dentro de un proceso político. No existe tradición en la enseñanza de la política, el joven aprende política cuando tiene la necesidad o siente el deseo de participar en ésta y este deseo de participación generalmente resulta de circunstancias muy especiales.
Esta falta de educación y desconocimiento de la política podría ser utilizada por políticos mal intencionados que usan a estos jóvenes como piezas de manipulación para beneficio personal.
6.- Desconfianza de la población en la juventud.
Los jóvenes que han resultado beneficiados en procesos electorales y han alcanzado el ejercicio del más alto poder, no han respondido, en muchos casos, a las expectativas y a los lineamientos políticos esperados por la población y sustentados por el partido político que representan. Estos jóvenes en un irrelevante y trasnochado ejercicio público han decepcionado a los simpatizantes y adeptos que confiaban en su figura señera, como baluarte de libertades públicas y pensamiento progresista de honestidad y forjador de orden público e institucional que le devolviera a su pueblo la confianza en un sistema democrático acorde con los nuevos tiempos.
Esta desconfianza es mayor ante la necesidad de tener que reconocer que la esperanza cifrada en los jóvenes para resolver los problemas de una sociedad, ha sido hasta cierto punto decepcionante, ya que éstos no han sido capaces de llenar las expectativas y resolver lo que los políticos tradicionales no fueron capaces de hacer. Debido a esta desconfianza, los gobiernos se mantienen temerosos, en algunos casos, de brindar a los jóvenes oportunidades de participación dentro del tren gubernamental, queriendo evitar un mal manejo en las instancias de poder.
7.- No hay canales de expresión dentro de la opinión pública
La desconfianza se manifiesta también a través de los medios de comunicación. Estos se sienten temerosos de brindar su apoyo a los jóvenes, pensando, que tales no son capaces de responder a los retos que un procedimiento político les ofrece. El joven no encuentra apoyo en los medios de comunicación y le es muy difícil proyectarse a la comunidad.
Extraido de JUVENTUD Y POLITICA EN REPUBLICA DOMINICANA Por: David Elías Melgen
Extraido de JUVENTUD Y POLITICA EN REPUBLICA DOMINICANA Por: David Elías Melgen
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